Cuadernos de

Medicina Forense

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COMENTARIO DE LIBROS

 


EL �XTASIS (MDMA) LUNA DROGA SIN PROBLEMAS?. Editorial Libro del A�o S.L. 79 pags. Madrid 1994.

 

En el texto se recogen las diferentes ponencias de la Mesa Redonda celebrada en Madrid, tras la Sentencia de la Secci�n Primera de la Audiencia Nacional de 12 de enero de 1994 que consideraba el �xtasis o MDMA como droga no productora de grave da�o a la salud, ateni�ndose a la prueba pericial en la que se hac�a notar la indiscutible autoridad de Shoulgin y en contra de los firmes criterios de los M�dicos Forenses a cuya l�nea se incorporan las conclusiones reflejadas en este libro.

 

Los dos primeros ponentes, Magistrado del Supremo y Fiscal para la Prevenci�n y Represi�n del Tr�fico de Drogas, exponen en mas de la mitad de la monograf�a la necesaria visi�n jur�dica. Siguen otras tres ponencias en cuyo solo comentario nos detendremos.

 

La tercera ponencia, presentada por miembros del Servicio de Informaci�n Toxicol�gica, est� dedicada a los efectos fisiopatol�gicos y t�xicos de la droga, con se�alamientos tan importantes del mecanismo de acci�n no aclarado y quiz�s m�ltiple, la no correlaci�n de los niveles en sangre con los efectos de la sustancia, las diferencias de la acci�n estimulante del SNC (buscada), con la simpaticomim�tica (adversa) y alucin�gena (solo a dosis mayores) y las dificultades planteadas por la base fundamental de experimentaci�n animal y de casos cl�nicos aislados. Sobre todo ello la valoraci�n pron�stica, en contestaci�n a la pregunta del subt�tulo del libro: hay una toxicidad aguda, que va mas all� de lo alucin�geno y simpaticomim�tico y que puede manifestarse como crisis de p�nico, depresi�n, convulsiones, delirio, rabdomi�lisis, CID, necrosis hep�tica, fallo renal agudo, hipertermia maligna y distress respiratorio. Hay estad�sticas de mortalidad de hasta cinco casos, como los contabilizados por Cimbura en 1972, y hay una toxicidad cr�nica indistinguible de la esquizofrenia paranoide salvo reversibilidad por abandono de droga.

 

La cuarta ponencia se detiene en los aspectos psiqui�tricos y sociol�gicos, incluyendo la opini�n sobre el ocasional e hist�rico uso terap�utico. La �ltima fundamenta las anteriores porque habla de la experiencia que es la que solo autoriza a hablar. De los casos registrados en el Servicio de Informaci�n Toxicol�gica es del mayor inter�s el dato de que el 84% de las consultas provengan de la medicina hospitalaria, indicativo de frecuencia de gravedad. Se dan tambi�n los importantes datos de la existencia de dos casos de muerte y la concordancia de los datos con los dados por el SIT de Londres.

 

En resumen, puede decirse que el libro, que cuenta al final con una amplia bibliograf�a, expone claramente una toma de postura y lo hace con concisi�n y rigor, vi�ndose en ello la acci�n directora de Cabrera Forneiro. La tesis est� en una de las ponencias como conclusi�n, pero puede hacerse general: en Espa�a hay unas tasas de alcoholismo, de adicci�n a la hero�na, de paro, de alteraciones ps�quicas y de consumo compensatorio de psicof�rmacos tan elevadas como para calificar de inaceptable e irresponsable cualquier intento de abrir las puertas alegremente a drogas como la MDMA.

 

Dragy

 

 

 

 

�xtasis. Aspectos farmacol�gicos, psiqui�tricos y m�dico-legales. J. Bobes. Ediciones en Neurociencias. 141 pp. Barcelona 1995.

 

Los niveles de difusi�n alcanzados por las drogas de dise�o, est�n haciendo intervenir a cuantos se interesan por su peligrosidad. En este caso se dedica el quinto t�tulo de la colecci�n de Monograf�as de Neurociencias, a cargo de J. Bobes, del �rea de Psiquiatr�a de la Facultad de Medicina de Oviedo, al tratamiento por separado de los aspectos farmacol�gicos, psiqui�tricos y m�dico-legales del �xtasis.

 

Los aspectos farmacol�gicos y toxicol�gicos est�n expuestos por M.I. Colado y P. Lorenzo, del Departamento de Farmacolog�a de la Complutense, en un cap�tulo que describe los efectos de la droga, en que no insistimos por estar comentados en otro lugar de esta misma secci�n, fij�ndonos aqu� mas en los datos experimentales que indican la diferencia de estas drogas entact�genas, desde su propia actividad, con las aminas estimulantes y alucinatorias, la tendencia observada tras la administraci�n repetida a que solamente se incrementen los efectos negativos, la atribuci�n de los efectos a la disminuci�n de concentraci�n de la serotonina, as� como de su metabolito �cido 5-hidrox�ndolac�tico y su enzima limitante 5-triptofanohidroxilasa y la posibilidad de formaci�n de un desconocido metabolito t�xico. Otros datos tienen un inter�s mas que acad�mico, como el saber que los efectos inmediatos son producidos en c�lulas intactas y que los de largo plazo lo son por destrucci�n de axones que pudiera ser irreversible y el conocimiento de sustancias con efectos neuroprotectores en contra de la acci�n de la MDMA como el clormetiazol, la dizocilpina o el pentobarbital. Mas importante todav�a es que se anuncie que la FDA haya autorizado investigaciones limitadas en humanos y que existan trabajos iniciados hace cinco a�os todav�a no publicados.

 

Para los aspectos psiqui�tricos se incorporan al equipo de BOBES otros del Servicio Regional de Salud Mental de Asturias y de la Unidad de Toxicoman�as de Sant Pan en Barcelona. De este cap�tulo destacamos la descripci�n por Schecter de tres fases: aguda (menor de 24 horas y con manifestaciones subjetivas simpaticomim�ticas), subaguda (mayor de 24 horas, con ansiedad y trastornos depresivos y cognitivos que en un 1 % pueden durar hasta un mes) y cr�nica (cuadros preferentemente at�picos que encuadra en seis grupos: psicosis, depresi�n, ataques de p�nico, flashback, trastornos cognitivos y de memoria y otras alteraciones). Tambi�n valen en este capitulo las consideraciones sobre las limitaciones de los estudios revisados, tanto b�sicos como coyunturales.

 

El tercer cap�tulo se dedica a la consideraci�n jur�dica, expuesta con orden y claridad por el letrado S. Herrero, siendo un cap�tulo mas legal que m�dicolegal, pero de indudable valor para el ejercicio forense.

 

Por �ltimo, y antes de mas de veinte p�ginas de bibliograf�a, hay un ep�logo de gran oportunidad con dos afirmaciones: esta droga es que mas se puede parecer al prototipo imaginado como ideal en el Mundo Feliz de Aldous Huxley, pero como todas, para producir modificaciones placenteras tiene que interferir en la neurotransmisi�n, alterando funciones cerebrales fisiol�gicas. Contra esta droga y contra todas, solo cabe el fortalecimiento �tico-moral e incluso religioso y en la armonizaci�n del derecho a la salud y del derecho a la libertad con preferencia del primero.

 

Dragy

 

 

 

 

DSM-IV Manual Diagn�stico y estad�stico de los trastornos mentales. Masson S.A. 909 pp. Barcelona 1995.

 

El Manual diagn�stico y estad�stico de los trastornos mentales ha alcanzado la categor�a de instrumento universal de trabajo, quedando fuera de nuestro objetivo cr�tico. Solamente lo incluimos en esta Secci�n para dejar constancia de su aparici�n en edici�n espa�ola dirigida por J..T. L�pez Ibor.

 

Queremos destacar que la Asociaci�n Ame�ricana de Psiquiatr�a ha considerado que la mayor innovaci�n del DSM I V ha consistido mas que en los cambios espec�ficos realizados, en el proceso sistem�tico de elaboraci�n, lo que da idea de la constante e ingente actividad que lo respalda.

 

Del m�ximo inter�s en nuestro caso es el amplio apartado que se dedica en la Introducci�n (p�ginas XXII y XXIII) al uso del DSM IV en Medicina Forense, haciendo observar que las categor�as, criterios y definiciones pueden ser mal interpretados o incorrectamente empleados, en base a las discrepancias existentes entre la cuesti�n legal y el diagn�stico cl�nico.

 

 

 

 

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