Cuadernos de

Medicina Forense

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Bibliofilia M�dicolegal

 


Alfonso Galnares Ysern

Acad�mico Numerario de la Real Academia de Medicina de Sevilla


 

Esta versi�n en espa�ol del libro Elementos de Medicina Legal y Toxicolog�a del Profesor Hofmann de Viena, es una traducci�n de Carreras Sanchis que forma parte de una cl�sica Biblioteca Econ�mica de Medicina, en la que curiosamente los precios eran en provincias m�s elevados que en Madrid. Dedicada la edici�n por el traductor a la memoria de D. Pedro Mata en 1877, este ejemplar, encontrado en la Plaza de Armas de La Habana, lleva en su portadilla el t�tulo de su imprenta en Espa�a y una etiqueta y dos sellos argentinos, demostrativos de su paso por librer�as comerciales (no bibliotecas particulares) de C�rdoba y Buenos Aires, todo lo cual lo consideramos de gran valor bibliogr�fico al demostrar la importancia y la difusi�n de la Medicina Legal publicada en castellano en el �ltimo tercio del Siglo XIX.

 

El autor advierte en su pr�logo que algunas de sus ideas difieren de las hasta entonces consideradas en parte como dogmas, lo que indica su gran autoridad, pero que al leer el libro, se hace dif�cil ver hasta que punto llegaban las diferencias. ya que ahora tambi�n han quedado anticuadas algunas de las ideas. defendidas por Hofmann, tal como pod�an ser las referentes a los efectos de la masturbaci�n Otra llamada del pr�logo se hace para manifestar su renuncia a tratar de Psicopatolog�a especialmente lo que llama cuestiones de responsabilidad y facultad de disponer, en base a que con muy poca antelaci�n, se habla publicado el libro de Krafft Ebing obra que estima como original y llena de observaciones y que recomienda diciendo que no debe faltar en la biblioteca de ning�n m�dico legista.

 

Al libro no le faltan las caracter�sticas de todos los de su �poca, como la exhaustividad de la definici�n de los l�mites de la medicina legal y la extensi�n dada a los temas de sexolog�a, a la que dedica mas p�ginas que a la asfixia, el suicidio y la traumatolog�a. Nos parece ver en todo caso una mayor concisi�n y menor b�squeda al recurso de lo anecd�tico, de que entonces hac�an gala los autores franceses.

 

Una importante atenci�n se presta a la legislaci�n. En algunos cap�tulos se resumen las legislaciones austriaca, prusiana, francesa y espa�ola y al final del tomo hay un ap�ndice, que ocupa m�s de cuarenta p�ginas, dedicado a la exposici�n integra del Proyecto de Ley de Sanidad presentada en 1882 a las Cortes Espa�olas, de cuya lectura se desprende la pobreza legislativa anterior en nuestro pa�s.

 

Conviene destacar que el libro, una vez tratados todos los temas irrenunciables por cl�sicos, dedica una Segunda Parte a describir las formalidades y reglas que deben seguirse en las cuestiones medicolegales, entre las que encontramos curiosidades en las normas de procedimiento, en las tarifas de aranceles y en la disciplina y responsabilidad de los peritos. De entre ellas, nos ha llamado la atenci�n el que se hable del ojo medicolegal, en comparaci�n con el ya entonces acreditado ojo cl�nico, lo que nunca hemos visto antes descrito, pero que se corresponde con una realidad, que muchas veces hemos tenido oportunidad de admirar y otras de echar en falta.

 

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