Una de las consecuencias de la permanencia del cadáver en medio líquido, es la maceración cutánea. Ocurre fundamentalmente en manos (manos en lavandera) y pies; afectando sobre todo a las palmas y plantas. La inhibición cadavérica provoca que la epidermis se torne blanquecina, arrugada y engrosada; más tarde, se desprende a modo de "guante" o "calcetín".
Este fenómeno, va a provocar una gran dificultad en la toma de huellas dactilares, y por lo tanto, en la identificación del cadáver. El tiempo que tarda en iniciarse el proceso, y en desprenderse la epidermis, es proporcional al tiempo de permanencia del cuerpo en el líquido, por lo que puede ser de utilidad en el cálculo de la Data de la Muerte. Así mismo, la temperatura puede modificar su evolución.