INTRODUCCIÓN

Sujeto de 79 años afecto de patología pulmonar crónica no especificada, según refiere la familia. Aparece el cadáver en su domicilio, existiendo la sospecha de autolisis por ingestión de líquido desatascador; existía historia de antecedentes de intentos autolíticos previos. El cadáver presentaba lesiones corrosivas, de color negruzco, en ambas comisuras bucales.

En la autopsia destacó la fuerte coloración oscura de la mucosa lingual, faríngea, esofágica y laríngea, así como del fundus gástrico. Microscópicamente existía una necrosis corrosiva, de coagulación, de la mucosa desde la boca hasta el estómago, acompañada de una intensa vasodilatación de los vasos submucosos, con presencia de hemorragias focales.

Fue enviado para analítica química un envase de plástico conteniendo el líquido sospechoso; se trataba de un líquido incoloro y transparente cuyo pH era superior a 13. Por espectrometría de emisión de plasma se identificó la presencia de sodio en concentración muy elevada (47,8% p/p; 47,8 gramos de hidróxido sódico por 100 gramos de disolución).