Cuadernos de

Medicina Forense

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CARTA AL DIRECTOR

 


LA FIBROMIALGIA SECUNDARIA A UN ESGUINCE CERVICAL: BOSQUEJO DE UN ESTUDIO PROSPECTIVO

 

Sr. Director:

 

La lectura en Cuadernos de Medicina Forense del art�culo que expuso los resultados de una investigaci�n prospectiva sobre las consecuencias del esguince cervical me record� que un porcentaje apreciable de quienes han sufrido un accidente de tr�fico con esguince cervical sufrir�n al cabo de unos meses una fibromialgia y eso ha provocado esta carta.

 

La fibromialgia fue reconocida como enfermedad por la Organizaci�n Mundial de la Salud en 1992, despu�s de que el American College of Rheumatology estableciera sus criterios diagn�sticos en 1990. Con posterioridad fue incluida en el manual de la Clasificaci�n Internacional de Enfermedades (CIE-10) con el c�digo M79.0 y en 1994 por la Asociaci�n Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), que le asign� el c�digo X33.X8a. Tambi�n la aceptan nuestras autoridades sanitarias: los expertos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud publicaron un libro recogiendo las caracter�sticas principales de la enfermedad "es un s�ndrome cr�nico caracterizado por dolor generalizado, que en algunos casos puede llegar a ser invalidante. Es un problema importante de salud por su elevada prevalencia y morbilidad y por el alto �ndice de frecuentaci�n y consumo de recursos sanitarios que origina". Efectivamente, la fibromialgia tiene o puede tener una gran importancia econ�mica, dado que afecta a entre el 1,5 y el 3,2 % de los espa�oles mayores de 20 a�os y tambi�n porque �algo m�s cercano a las tareas del m�dico forense�, seg�n los estudios internacionales, entre el 0,7 y el 21,5 % de las personas que sufren una lesi�n cervical traum�tica desarrollar�n una fibromialgia al cabo de unos meses. Y esa relaci�n est� aceptada por los expertos del Consejo Interterritorial, quienes, al explicar c�mo debe realizarse el diagn�stico de la fibromialgia, escribieron que "hay que preguntar al paciente sobre su aparici�n y los antecedentes traum�ticos, f�sicos o psicol�gicos relacionados con su inicio".

 

El asunto de la fibromialgia postraum�tica se trata con frecuencia en las publicaciones internacionales y ha sido revisado en un art�culo reciente en esta misma revista.

 

Con todo, las preguntas se acumulan �Es cient�ficamente posible que un accidente �sea de tr�fico o de otro origen� desencadene una enfermedad reum�tica como la fibromialgia? �Es algo excepcional o tambi�n ocurre con otras? �Qu� explicaci�n se puede dar a esa relaci�n? Debe ser cient�ficamente plausible que el traumatismo act�e como causa o como desencadenante de la enfermedad, porque tambi�n se ha descrito para la artritis reumatoide: el 21 % de los afectados por esta explicaban que hab�an sufrido traumatismos f�sicos importantes en los seis meses anteriores a la aparici�n de la enfermedad, en comparaci�n con el 6,5 % de las personas en el grupo de referencia.

 

Conviene recordar que cada diagn�stico aceptado o rechazado por el m�dico forense tiene una gran repercusi�n econ�mica para el lesionado, sea porque incrementa o reduce su indemnizaci�n o porque conlleva su reconocimiento o su rechazo como incapacitado parcial o totalmente para desempe�ar su actividad laboral previa. Esta implicaci�n se da en todos los sistemas judiciales que tienen establecidos mecanismos de compensaci�n para los afectados y provoca las reflexiones de sus profesionales, que tambi�n se publican. As� pues �aprovechar� el lesionado el diagn�stico de fibromialgia para pedir una compensaci�n mayor o para solicitar autom�ticamente la incapacidad laboral? Quienes lo han estudiado explican que en general no, dado que entre las mujeres fibromi�lgicas hay un porcentaje de trabajadoras similar al de sus controles, de edad y formaci�n acad�mica similares y ello a pesar de que tienen una calidad de vida peor que la de dichos controles.

 

Terminemos este pre�mbulo pidiendo a los lectores que recuerden si en su pr�ctica forense han encontrado alg�n caso similar al publicado en 1994, el de una mujer que comenz� a padecer una fibromialgia despu�s de levantar una caja pesada, en una situaci�n en la que no particip� en absoluto la reclamaci�n econ�mica.

 

La propuesta

Aprovecho este foro para proponer un estudio prospectivo, similar a los publica-dos por Dorado et al. y por Buskila et al. para conocer qu� porcentaje de personas con esguince cervical terminan sufriendo una fibromialgia postraum�tica, una investigaci�n que permitir�a averiguar si en nuestro medio el porcentaje de afectados est� m�s cerca del 0,7 o del 21 % publicados en otros pa�ses.

 

Ser�a necesaria una muestra de doscientas personas, como m�nimo, a quienes deber�a realiz�rseles un seguimiento de unos doce meses, el tiempo necesario para descartar la fibromialgia postraum�tica. Es una muestra muy amplia para un m�dico solo o incluso para un hospital o un Instituto de Medicina Legal, salvo que atienda a muchos lesionados por este motivo, pero es factible para un estudio multic�ntrico de cl�nicas medicoforenses, como el publicado aqu�. Bastar�a con una visita mensual de seguimiento, en la que podr�a preguntarse al paciente por sus signos y s�ntomas y podr�a realizarse la exploraci�n f�sica necesaria para cumplir con los criterios diagn�sticos de la Asociaci�n Americana de Reumatolog�a y para buscar las manifestaciones m�s comunes de la enfermedad. Ese seguimiento m�dico no requerir�a bloquear el asunto judicial, porque, una vez que el lesionado da su consentimiento, se pueden continuar las visitas cada mes durante el tiempo previsto, independientemente de su resoluci�n judicial.

 

El estudio puede ampliarse pasando a los implicados durante la primera visita alguna prueba de personalidad, del estado mental o del estado de �nimo, que ayudar�an a discernir la influencia de esos par�metros en la aparici�n de una fibromialgia postraum�tica. Asimismo, podr�a pasarse a las personas estudiadas un cuestionario de capacidad funcional, que ayudara a evaluar la gravedad de la afecci�n.

 

Por supuesto todo esto es un bosquejo, no un plan terminado, pero espero que sea lo suficientemente interesante para provocar una respuesta.

 

Dr. Arturo Ortega P�rez

 

 

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