Cuadernos de

Medicina Forense

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   EDITORIAL                                                                                                                   Cuad Med Forense 2013;19(3-4):65-67

La investigaci�n en Medicina Legal en Espa�a. Un presente dif�cil y un futuro incierto

 


A. Luna

 

Catedr�tico. Universidad de Murcia.


 

No es posible analizar la situaci�n de la investigaci�n en Medicina Legal y Forense en Espa�a, sin contextualizarla en el panorama general de la investigaci�n. Hablar de investigaci�n en nuestro pa�s supone deslizarnos en un terreno muy irregular donde en funci�n de la rama de la ciencia y de la existencia de programas espec�ficos podemos asistir a realidades totalmente dispares. Bastar�a comparar las cifras disponibles en las distintas convocatorias de investigaci�n para percibir las diferencias con claridad.

 

A pesar de la insuficiencia relativa de la inversi�n en investigaci�n en nuestro pa�s, la producci�n cient�fica se ha mantenido en niveles de calidad y cantidad relativamente aceptables si nos comparamos con otras naciones de nuestro entorno pr�ximo. Sin embargo, la situaci�n actual no resulta nada esperanzadora. En el informe de la Confederaci�n de Sociedades Cient�ficos de Espa�a (COSCE) de 2013, publicado en septiembre, mientras que los pa�ses l�deres de la UE (Alemania, Francia...) invierten m�s en I+D, nuestro pa�s sigue la tendencia contraria con disminuciones continuas, (recortada en un 4,2% en 2010, un 7,38% en 2011 y un 8,65% en 2012), de otra parte si analizamos los datos del INE en el informe publicado en noviembre del 2013 el gasto en I+D en el 2012 ha vuelto a caer situ�ndose en el 1,3% del PIB, mientras que en la Uni�n Europea el gasto medio en porcentaje de I+D supera el 2% con el objetivo de alcanzar el 3%. En la Ley de la Ciencia de 2011 estaba prevista la creaci�n de una Agencia Estatal de Investigaci�n, esperemos que se cree y que cumpla con las funciones y objetivos que la ley le encomienda. La crisis econ�mica se afronta con inteligencia y sentido pr�ctico y los resultados han demostrado una y otra vez, hasta la saciedad, la rentabilidad de las inversiones en investigaci�n. Me adhiero con entusiasmo a lo manifestado por el Prof. Lozano Teruel1: �Solo apostando decididamente por la sociedad del conocimiento, por la ciencia y la tecnolog�a, se incrementa significativamente la velocidad de desarrollo de un pa�s�.

 

En diciembre del 2013 se estableci� un acuerdo parlamentario promovido por la COSCE (Madrid 19 de diciembre del 2013)2 por la investigaci�n, el desarrollo y la innovaci�n que recoge lo siguiente:

    � Planificaci�n plurianual que permita la recuperaci�n, en los tres pr�ximos ejercicios presupuestarios de los niveles de financiaci�n p�blica de 2009 en I+D+i civil en los cap�tulos 1 a 7, garantizando una financiaci�n sostenida que represente un porcentaje de los ingresos del Estado similar a la media europea.

    � Eliminaci�n de los actuales l�mites de la tasa de reposici�n de empleo p�blico en el sector de I+D, permitiendo la incorporaci�n de nuevos recursos humanos de acuerdo con las necesidades reales del sistema de I+D+i y a su convergencia con Europa en el n�mero de personal de investigaci�n por habitante.

    � Regularizaci�n de todas las actuaciones anuales previstas en los correspondientes Planes Estatales de Investigaci�n tanto en lo relativo a los plazos de sus convocatorias como de su resoluci�n de las mismas en un marco de compromiso plurianual.

    � Creaci�n de la Agencia Estatal de Investigaci�n prevista en la Ley de la Ciencia de 2011, que mediante el contrato programa y los presupuestos plurianuales correspondientes desarrolle la gesti�n de los Planes Estatales de Investigaci�n con criterios estrictamente cient�ficos y la autonom�a necesaria para ello, sometida al consiguiente control parlamentario.

 

Si sobre el panorama general de la investigaci�n en nuestro pa�s aparecen negros nubarrones, la situaci�n en el terreno concreto de la Medicina Legal y Forense nos convoca m�s al lamento desgarrado que a la esperanza. Volvemos a encontrarnos una manifestaci�n m�s de la crisis que vive nuestra disciplina y en cuyas ra�ces est� la disociaci�n entre pr�ctica, docencia e investigaci�n, que mientras no corrijamos la causa de esta patolog�a seguiremos sufriendo sus consecuencias.

 

Una simple mirada a las convocatorias nacionales de proyectos nos permite verificar la ausencia de convocatorias espec�ficas para las ciencias forenses en general y para la patolog�a y cl�nica forense en particular. Esto puede interpretarse como un s�ntoma m�s del desconocimiento de algunas materias, que plantea una serie de consecuencias absolutamente demoledoras. Si no se invierte en la promoci�n de la investigaci�n las consecuencias son dolorosamente conocidas. No solo se trata de perder el tren de la innovaci�n, se trata de convertirnos en meros usuarios de metodolog�as dise�adas por otros, que responden a objetivos no siempre comunes. Disociar la investigaci�n del mal llamado trabajo de rutina supone un empobrecimiento progresivo de este �ltimo y la p�rdida de la capacidad cr�tica sobre nuestro quehacer cotidiano.

 

Si analizamos campos concretos como pueden ser la cl�nica y la entomolog�a forenses y sumamos los fondos obtenidos en convocatorias p�blicas de investigaci�n, encontraremos diferencias abismales al compararlos con toxicolog�a o con gen�tica forenses. El argumentar la inexistencia de grupos competitivos no explica totalmente la situaci�n. La entomolog�a forense en nuestro pa�s es un claro ejemplo, donde podemos ver las dificultades objetivas de una disciplina para desarrollarse con normalidad, Arnaldos et al.3,4, Luna A, et al5. La importancia cotidiana de la cl�nica forense, tanto en n�mero de actuaciones periciales como en los problemas a resolver choca con su escasa presencia en publicaciones en revistas con �ndice de impacto de autores de nuestro pa�s, Valles-Valenzuela J, et al6.

 

De otra parte, la cultura de la investigaci�n requiere de una promoci�n y de incentivos, que a medio plazo resultan muy rentables para el trabajo cotidiano, y hay que integrarla en la situaci�n global de la Especialidad de Medicina Legal y Forense en nuestro pa�s. No es el momento de reiterar el an�lisis de una realidad conocida por todos y remito a los que tengan m�s curiosidad al an�lisis que sobre esta situaci�n realizamos no hace demasiado tiempo y cuyos planteamientos siguen siendo vigentes, Luna A y P�rez C�rceles MD7. Es imprescindible la reactivaci�n de las comisiones de docencia en los Institutos y la colaboraci�n con la Universidad para relanzar una actividad investigadora que puede y debe incrementarse en beneficio de todos, pero sobre todo de la pr�ctica diaria.

 

El efecto San Mateo en la ciencia consiste, recordando la frase del evangelio de este autor: �...a quien m�s tiene m�s se le dar�, y al que tiene poco, aun lo poco que tiene se le quitarᅔ en el incremento de los recursos de los grupos altamente competitivos en relaci�n con aquellos que no lo son. Su impacto es negativo en la configuraci�n de un tejido investigador fuerte y amplio. En un trabajo que realizamos sobre la producci�n cient�fica en las ciencias forenses queda muy claro este efecto en nuestro pa�s, Valles-Valenzuela J, et al6. Su correcci�n no es dif�cil y pasa por el esfuerzo y la colaboraci�n entre todos, y por la convicci�n de que una investigaci�n de calidad es el resultado de un trabajo en equipo. No nos enga�emos, el desarrollo de una disciplina debe ser lo m�s arm�nico posible, las hipertrofias si bien parecen rentables para el �rgano hipertrofiado, a la larga generan una debilitaci�n general del organismo sobre el que se encuentran y generan una patolog�a. Lamentablemente esta situaci�n la padecen en mayor o menor grado otros pa�ses como Reino Unido y Francia, si bien con menor intensidad que nosotros.

 

Tenemos que hacernos o�r ante los responsables pol�ticos, para que nos escuchen y nos entiendan, no quiero olvidar la frase de Lorenz: �Decir una cosa no significa que se escuche, escuchar una cosa no significa que se entienda, y entender un cosa no significa que se haga�. La persuasi�n se basa entre otras muchas premisas en la constancia y, esta �ltima, junto a la racionalidad de las propuestas, deben ser nuestras armas. Es un trabajo de todos y para todos, y debemos jugar en todos los tableros posibles, con los responsables auton�micos, nacionales, etc., planificando una estrategia de objetivos comunes, donde los intereses particulares pasen a un segundo plano, solo si se siembra y se trabaja podremos recoger la cosecha en forma de resultados positivos.

La investigaci�n requiere invertir en ella, para obtener resultados; y nada hay m�s rentable que las inversiones en investigaci�n. La ausencia del Ministerio de Justicia de las convocatorias de I+D, el desconocimiento del Instituto Carlos III de la realidad cient�fica de las investigaciones en nuestra materia y el desconocimiento de nuestra especialidad por parte del Ministerio de Sanidad, configuran una mezcla letal que explica parte de nuestra realidad cotidiana, y resulta necesario que hagamos todo lo posible por transformarla, esa es nuestra obligaci�n y nuestro desaf�o.

 

Bibliograf�a

1. Lozano Teruel JA. �Son compatibles Ciencia y Pol�tica? Murcia: Edit ADC, 2013. Pp. 23.

2. Ic. Informativo COSCE N.� 6 - Diciembre de 2013.

3. Arnaldos MI, Luna A, Presa JJ, Lopez Gallego E, Garc�a Garc�a MD. Entomolog�a forense en Espa�a: hacia una buena pr�ctica profesional. Ciencia forense 2006;8:17-37.

4. Arnaldos MI, Prado C, Castro E, Presa JJ, Luna A, L�pez Gallego E, Garc�a Garc�a MD. Importancia de los estudios regionales de la fauna sarcosaprofaga. Aplicaci�n de la pr�ctica forense. Ciencia forense 2006;8:63-81.

5. Luna A, Garc�a Garc�a MD. La ense�anza de la entomolog�a forense. La realidad espa�ola. Ciencia forense 2006;8:11-6.

6. Valles-Valenzuela J, P�rez C�rceles MD, Osuna E, Luna A. Quantitative analysis of Spanish university scientific output in the area of legal and forensic medicine: international exposure. Sciencemetrics 2008;1-13.

7. Luna A, P�rez C�rceles MD. Forensic medicine in Spain. En: Forensic Medicine in Europe. Edit. Schmidt R�mhild Lubeck, 2008.

 

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